Un ser irracional enamorado.
Hoy sentí su aroma impregnado en mi cuerpo, sentí el peso de su cuerpo
sobre mis brazos, ella me solicitó que la tomara, que la cargara, ella quería
estar en mí como yo en ella, entonces descubrí en sus ojos que mi esperanza no
estaba muerta y que la noche era larga para la poesía y para la novela.
Me encuentro enamorado de una pequeña niña que lleva por nombre Dulce y
se hace llamar Karina, que me quita el sueño y me genera la inspiración
profética de mi muerte.
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