Carta para un demonio que pensó
ser ángel.
Había creado
un ser diferente en mi cabeza, pensé en algún momento de mi vida que eras una Diosa,
tus ojos me mostraban verdad, tus abrazos me protegían y me daban calor, tu
amor –aunque falso- me daba consuelo.
Pensé que eras una humana bella, pensé que eras un ser pensante, un ser con
grandes ideales… Pero me he equivocado como todo ser humano lo hace, ahora que
llevas en tu ser una semilla podría decir que será manzana, pera, mandarina, no
lo sé, nunca pensé en talar el árbol… Nunca podría hacerlo.
Pero ahí estabas tú, con ese demonio de tres cabezas y una cola, con cuatro
alas y cuatro piernas, ahí estabas realmente mostrando la naturaleza del alma,
eres un demonio, eres un demonio, eres un demonio, una chica sin corazón.
Piensas que dentro de ti hay un engendro y lo matarás, lo matas, lo mataste…
Hoy dieron toques de campana y con ello el viento se quejó, me trajo el lamento
de un bebe que nunca nació…
Espero que te
vaya bien, esta es mi sentencia sobre tu futuro que lamentaras de por vida.
Hoy te maldigo con la palabra de un poeta, de un ángel, de un ser irracional…
Hoy te maldigo por matar a un hijo de poeta, a un hijo de la tierra, a un hijo
sin igual.
Fuiste lo mejor y lo peor que me ha ocurrido en la vida.
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