jueves, 15 de septiembre de 2016

Besos malditos.

Besos malditos.


Tus besos, tus labios, tu lengua, la mordida que me quita el alma, y es que son tus labios los que causan mi agonía, son tus fluidos colosales que terminan en la inmortalidad.

Dios creo tus labios para hacernos inmortales,  creo tu alma para refugiarme, creo tu cuerpo para sostenerme, pero eres tan inalcanzable como la estrella de Belén que está en el fondo del mar, como mí alma lejana del cielo y rechazada por el infierno.


Tus labios son malditos para mí, pues no puedo vivir sin ellos y cuando los tiento, mi alma se despedaza, se rompe, se marchita, se acaba…


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