domingo, 12 de junio de 2016

Capitulo 22: Hadys y la esencia de la vida.

Epilogo.


Han pasado algunos años desde que ocurrió aquella gran aventura, decidí plasmar esta historia para que todo el mundo la conozca, entre hojas regadas en un cuarto ando naufragando.

Para empezar, mi amigo Joaquín público un poemario para su amor Laura, ella ya tiene en su vientre la semilla de un ser irracional, de hecho Joaquín en estos momentos está haciendo una recolección de cuentos para su hijo que se llamará Dorian, lo sé porque yo seré el padrino. Ellos siguen en el extranjero, nos hemos comunicado por cartas pero pronto regresarán, en su última carta decía:
-          Solo puede amar a mi patria, no hay nada más bello que mi país; aunque se pudra entre humanos.
Yo en cambio, me la pasaba algunos días en las tumbas de mis padres contando mi travesía por aquel enigmático mundo, ellos ya lo sabían porque estuvieron conmigo, pero me gustaba desahogarme con ellos, quizás en algún futuro alguien más conocerá esta historia. Pero de mi boca solo se lo he contado a mis padres.

Visité a mis educadores, el padre Orlando cada vez se veía más viejo, ahora con él se encontraba un niño huérfano que me recordó a mí, entonces desde ese día lo empecé a ayudar. Hablar con él, lo veía como mi hermano menor y tenía un trauma porque ni su nombre lo recordaba.

Doña Jacinta, vivía ya con su edad avanzada sola en su casa, de vez en cuando los niños que algún día cuido la visitaban, eran ellos los hijos que nunca tuvo. Yo la visitaba cada vez que iba al pueblo, de vez en cuando salíamos a comer los tres juntos. De Liz mi primer amor, no supe nada de ella desde aquella última vez que la vi.

A la vagabunda no la volví a ver, solo sabía que de alguna extraña manera ella me cuidaba, me protegía, me brindaba su apoyo incondicional, siempre estaba a mi lado aunque yo no la viera, ella era un ángel y al mismo tiempo era un demonio, un ser sin igual, un ser que solo podría ayudarme en este mundo terrenal. En fin, aquel mundo al que algún día fui, no volví a regresar.

Aquel mundo que visité hace tiempo era este mismo, cada persona es un universo, cada universo crea una conciencia y cada conciencia es un mundo diferente, fue así como aquel mundo donde aprendí muchas cosas, era solo mi conciencia que recapacitaba en una noche de insomnio, en una noche de sorpresas.

Karina, ella y yo aún tenemos una bella relación, debo de agradecerle porque por fin pude conocer el amor, pude conocer la muerte, la resurrección, ella le dio orientación a mi vida y purgo todos los demonios que me acechaban como la infidelidad. Al final de todas estas letras lo único que puedo decir que todo depende de cada uno.


-          ¿Y tú? ¿Cuándo viajaras a tu conciencia? 


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