Epilogo.
Han pasado algunos años desde que ocurrió
aquella gran aventura, decidí plasmar esta historia para que todo el mundo la
conozca, entre hojas regadas en un cuarto ando naufragando.
Para empezar, mi amigo Joaquín público un
poemario para su amor Laura, ella ya tiene en su vientre la semilla de un ser
irracional, de hecho Joaquín en estos momentos está haciendo una recolección de
cuentos para su hijo que se llamará Dorian, lo sé porque yo seré el padrino.
Ellos siguen en el extranjero, nos hemos comunicado por cartas pero pronto
regresarán, en su última carta decía:
-
Solo puede amar a mi patria, no hay nada más bello que mi país; aunque
se pudra entre humanos.
Yo en cambio, me la pasaba algunos días en
las tumbas de mis padres contando mi travesía por aquel enigmático mundo, ellos
ya lo sabían porque estuvieron conmigo, pero me gustaba desahogarme con ellos,
quizás en algún futuro alguien más conocerá esta historia. Pero de mi boca solo
se lo he contado a mis padres.
Visité a mis educadores, el padre Orlando
cada vez se veía más viejo, ahora con él se encontraba un niño
huérfano que me recordó a mí, entonces desde ese día lo empecé a ayudar. Hablar
con él, lo veía como mi hermano menor y tenía un trauma porque ni su nombre lo
recordaba.
Doña Jacinta, vivía ya con su edad avanzada
sola en su casa, de vez en cuando los niños que algún día cuido la visitaban,
eran ellos los hijos que nunca tuvo. Yo la visitaba cada vez que iba al pueblo,
de vez en cuando salíamos a comer los tres juntos. De Liz mi primer amor, no
supe nada de ella desde aquella última vez que la vi.
A la vagabunda no la volví a ver, solo sabía
que de alguna extraña manera ella me cuidaba, me protegía, me brindaba su apoyo
incondicional, siempre estaba a mi lado aunque yo no la viera, ella era un ángel
y al mismo tiempo era un demonio, un ser sin igual, un ser que solo podría
ayudarme en este mundo terrenal. En fin, aquel mundo al que algún día fui, no
volví a regresar.
Aquel mundo que visité hace tiempo era este
mismo, cada persona es un universo, cada universo crea una conciencia y cada
conciencia es un mundo diferente, fue así como aquel mundo donde aprendí muchas
cosas, era solo mi conciencia que recapacitaba en una noche de insomnio, en una
noche de sorpresas.
Karina, ella y yo aún tenemos una bella
relación, debo de agradecerle porque por fin pude conocer el amor, pude conocer
la muerte, la resurrección, ella le dio orientación a mi vida y purgo todos los
demonios que me acechaban como la infidelidad. Al final de todas estas letras
lo único que puedo decir que todo depende de cada uno.
-
¿Y tú? ¿Cuándo viajaras a tu conciencia?
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