jueves, 2 de junio de 2016

Utopía.

Utopía.


Las campanas suenan, las moscas zumban como maracas de orquesta, Silvio piensa y piensa, la muchedumbre de fiesta acampando, esperando que el manto les abrase, esperando los luceros del sur y la agonía de la mente los controle.

Algunos alegres, otros tristes, pero al final juntos, como la tierra al agua, como el cielo al horizonte, como tú a mí.

La danza empieza… unos se equivocan, otros la perfección, el gato baila con su angora, la luna observa,  se mete por la ventana penetrando al patio trasero y Sócrates hace escultura de la pureza emanada.
Pablo y Jaime alegando, peleando con la punta de su lápiz, y como escudo, una hoja bella dama deslumbrante.

Picazo y Siqueiros con rojos y azules, con murales y cubos, no saben qué hacer se desesperan, se estresan,  lanzan la pintura y trazan con margen la hermosura de la vida.

Por la vitrina Beethoven con dolor de cabeza, azota sus muñecas con el piano y toca sinfonías para locos, enamorados y desdichados.

En la cama, sobre el suelo sangre de Diego Rivera,  entre sabanas y semen Frida Kahlo satisfecha por el poeta irracional, que se entregaron entre letras, palabras, vocales, consonantes…


Y al final todo termina, embriagados, drogados de lo dulce de la vida que es la ironía… 

-Poeta Irracional. 

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