lunes, 24 de abril de 2017

La avenida, capítulo 7: Ricos muertos en vida.

Ricos muertos en vida


Y así llego a pensar que esta calle de barrio pobre se encuentra en toda una manzana de barrio rico.

¿Qué distinción más promiscua se ha dado?

Los ricos o pseudo ricos viven en grandes casas de lujo, donde la preocupación es la nana o la chacha, donde la  preocupación es tener la última ropa de moda, el último móvil moderno, donde les preocupa que el dólar cueste más porque les alcanza para menos.

Aquellos ricos pueden tener hijos, pero así como los tienen, así los olvidan, los mandan al baúl de los recuerdos y se los encargan a terceras personas que sean sus suplementes como madre.

¿Los desconocidos pueden ser madre sin genes?

Sin duda alguna sí, pero no es lo más óptimo, la belleza de tener un hijo es algo que solo los padres genéticamente deben sentir, no he tenido hijo alguno pero me gustaría pensar tener algunos, llamarla Victoria, Luna o algún chiquillo y ponerle como mi amigo Daniel o Bruno, pero no los tengo aún, quizás obtenga un pilón por buscarlos tanto. Pero uno debe sentir a ese bebé crecer, verlo reír, llorar, apoyarlo, uno debe olvidarse del dinero y de las riquezas, y uno debe de ir corriendo a abrazar a su esposa, al vientre, de aportar ese calor al feto para que nazca grande y fuerte, porque la única medicina que lograr curar todas los males es el amor, y así es como el dinero no lo puede comprar, los ricos se mueren en vida porque no saben apreciar los tesoros que nos mantienen vivos.

Me detengo antes de llegar a la gran avenida y veo un cambio constante, todo cambia con respeto a la calle mientras ellos son felices en su miseria,  los niños están inmersos en su mundo que poco a poco llegan a su destrucción…

¿Por qué todo se ve a través de un contraste o una comparación?

Lo bueno y lo malo son grandes enigmas con la cual el ser está familiarizado, con el cual el ser crece, entonces todo se contrarresta con un polo inverso.

La relatividad monetaria cuelga de un péndulo, se establece ahí y solo la pueden regir los que tienen gran poder sobre el mundo, pero aun así la economía no es un factor importante para las personas, ellos deben aprender a observar que la naturaleza es más abrumadora que todo aquel poder que algún día podrán tener o soportar…

Hay muchas cosas en esta vida que no se pueden comprar, bastantes cosas que no tienen interés o mensualidades, hay varios aspectos que esta gente debe aprender, y por ello me detengo en el cruce de esta gran avenida para adentrarme al flujo monetario que son como corrientes marinas, mientras las grandes personas con sus barcos, yo voy nadando y si tengo suerte tomo un bote y me transporto a las islas donde se encuentran los grandes tesoros que nos esperan con ansias.
Hay guerras en ese océano, piratas contra piratas luchando por el botín y a veces sacan a sus kraquenes  para defender el territorio, y los grandes tentáculos embisten a cualquiera que les estorbe en el camino, y no se percatan de que su mierda estorba más que todo lo anterior mencionado. 

¡Maldita mierda!

Comprar vida, comprar muerte, no hay más alternativas, y tengo miedo de dar el siguiente paso, tengo miedo al agua, a este mar inmenso que ahoga a la gente, que corrompe a los barcos, que aniquila a los kraquenes, tengo miedo de este mar porque para algunos es difícil salir de ahí y en una ocasión los otros me transmitieron una anécdota…

Me dijeron que hace tiempo había existido un valiente guerrero que quiso conquistar aquel océano, que tenía sueños sustentables en una base incorruptible que podía nadar millas, que sabía navegar en el flujo de la vida, que era imparable y nada lo detenía, me habían dicho que cierto día del mes de Julio se le había presentado la osadía de la vida, trascurría el día once del mes y el zarpó para conquistar la última isla que quedaba, estaba a punto de coronarse como el rey de los piratas, pero al acercarse no se percató de que había una hermosa y sensual sirena, no se dio cuenta que le habían hipnotizado con su voz melodiosa, una sirena muy particular ya que utilizaba lentes y tenía una melena de león, figuraba en ella un felino, que estremecía a la presa, él no fue cauteloso y su base de manera lamentablemente fue derrumbada como la pluma que tira una pirámide, como la pluma que es la base de los edificios, y de esa manera el reinado de aquel pirata terminó…

Dicen que la sirena al final se lo terminó comiendo, dicen que devoró todo el cuerpo y que al final dejó el corazón, algunos dicen que conserva el corazón porque fue el amor de su vida, bueno, el pirata de su vida, otros dicen que se lo fue comiendo poco a poco porque odia a los humanos, la verdadera historia nunca se supo porque después de aquel día no se volvió a saber de ella, la última versión que escuché es que ella terminó envenenada pues el cuerpo del pirata contenía algún químico mortífero…

Las historias que cuentan los otros sobre la avenida, son terroríficas y tristes.


Y es así como las ricos muertos en vida no cuentan historias solo dinero, no hacen personajes, pretenden comprobarlos, es así como esa gente rica pretende vivir entre lujos que no satisfacen las necesidades de sus hijos, de sus esposas o esposos, de sus hermanos, solo de ellos, porque su ego es más grande que el océano, pero su vida es más pequeña que ellos…  

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