Karina
No veo el
reflejo en el espejo, él ha partido hacia otro paraíso, se fugó de mi cuerpo,
no quiso más poesía.
La poesía estaba en ella, pero él no quería un fragmento más de alma, no quiso tirarse al vacío y me dejo solo, aquí perplejo con la pluma, empuñando las letras, el ritual que ha de conjurar contigo.
Pequeña chica, deja que tu cabello sea la escalera para arrebatarle una estrella a Dios, deja que tu cuerpo sea el enigma que jamás resolveré, es que me encanta tu dialogo, tu sensatez, tu pequeña porción de locura.
Has de ser leona de esta selva…
Desgárrame, contigo quiero destruirme y construirme moldeado a tu alma.
Karina, seamos más que simples felinos.
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