Señorita te has
robado lo poco que queda de mí...
Te has robado la poca alma mal gastada, mal empleada como sirviente del infierno como mayordomo del cielo.
Te has robado mi realidad, así como también mis sueños.
Te has robado mis buenos días, mis buenas noches, esos últimos que me quedaban, esos últimos suspiros que me daban vida...
Así es señorita te has robado lo poco que me queda de mi sentir, de mis emociones, de mis fantasías, de mi magia, de mi vida.
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