El
inicio de todo.
Estaba en el cuarto de silencio, delante de
mí estaban las doce puertas transparentes solo dos se mantenían opacas, eran
las dos últimas puertas, mis dos últimas pruebas.
- - ¿Cuánto
tiempo llevo en este mundo?
Era una de las incógnitas que me formulaba
debido a que no siempre un minuto contenía sesenta segundos, el tiempo
realmente era relativo en mi mundo y en este.
Tomé un poco de aire para superar la siguiente prueba y entonces recordé
todo lo que había vivido, aprendido, realizado, había tantas cosas en este
mundo que me habían mostrado la verdadera esencia de la vida.
Caminé en dirección a la puerta con el número
XIII en la parte superior, era una puerta sencilla, madera normal, había
señales solo en el centro de la puerta, se mostraba el ciclo de la vida, pues
había un bebe, un joven, un anciano y después la muerte, eso mostraba como la
vida era el inicio de todo y también el final de aquello. Una puerta que
mostraba la vida del humano, unas catorce puertas que nunca podré olvidar, que
siempre tendré dentro de mí.
Me atreví a tomar la manija y entonces
apareció el mensaje de la puerta, su nombre y poco después el consejo.
- - La
puerta de la vida.
Un miedo me invadió al leer el nombre,
realmente no sabría que me podía esperar. Después de eso se dibujó una nueva
frase.
- - Es
un suspiro de Dios, un instante indefinido.
De repente un resplandor de luz me cegó
completamente, no podía ver absolutamente nada, cuando abrí los ojos me di
cuenta que me encontraba en un mundo totalmente oscuro, en un mundo donde no
había nada de vida, pero a lo lejos se podía ver una pequeña luz que venía
hacia mí y con ello el ruido de una locomotora, podía observar el humo que
salía y entonces dentro de ese humo había recuerdos de mi mundo, recuerdos
donde yo aparecía, recuerdos de lo que había vivido. En aquellos recuerdos pude
ver como conocí a Karina, como conocí a soledad, el dragón, pude ver muchas
cosas que había vivido en la esencia de la vida, pude ver mi evolución, por un
instante pensé que el tren se impactaría contra mí, pero en último momento se
desvió y aquel impacto nunca llego a mi cuerpo.
Al pasar a mi lado todo se volvió lento, pude
observar al tren en cámara lenta, pude ver detenidamente cada vagón que era una
especie de cinta de cine, entonces sobre ella podía ver también recuerdos, pero esta vez eran recuerdos de mi
vida antes de adentrarme a este mundo.
Ver todo aquello fue tan impactante para mí que simplemente tropecé y me
caí sobre un suelo inexistente, y ahí estaba mirando mi vida pasar.
En primera estancia estaba el recuerdo de mi
nacimiento, la primera vez que vi la luz, la manera en que mi mama sufría por
el parto y la manera en que mi mama aportaba el amor necesario a mi ser, sentía
ese recuerdo llenar mi alma tanto de tristeza como de felicidad, mis ojos
empezaron a crear gotas saladas, lloré como nunca antes había llorado y después
me limpié los ojos para seguir viendo los recuerdos de mi vida.
El siguiente recuerdo fue aquel de mis
primeros pasos, en el cual mis padres estaba emocionados y felices al verme, también
los cuentos que mi papa me leía antes de dormir, el primer día que me
impartieron educación en una escuela, todo aquellos recuerdos de mi infancia
hacía que mis sueños crecieran y que quisiera luchar para darle el valor que se
merecían mis padres al haberme educado de aquella manera.
Después siguió el recuerdo que siempre me
había perturbado, aquel recuerdo que para mí era una pesadilla real, aquel
recuerdo en el cual aquel tren se volcaba provocando la muerte de mis padres,
aquel día, en aquella ocasión yo había caído entre los escombros lleno de polvo
y estaba entre los brazos de mis padres, ellos estaban sangrados, la vista la
tenían perdida y sobre todo gran parte de su cuerpo ya no estaba unido, y yo sabía que
ya no respiraban, yo sabía que ya no escuchaban, ya no veían, pero aun así les
hable, les grite, les dije que los quería, quería que despertaran, quería
escuchar su voz, sentir su locura, pero ese momento nunca llego y desde aquel
día había olvidado todo lo que me habían enseñado y me había hundido en
completa tristeza, pero esta vez todo aquello cambiaría, debido a que ya sé el
valor que tiene la vida.
Después de aquel punto trágico mi vida
comenzó a tomar forma, los recuerdos ahora eran sobre mi vida, sobre lo que
pude vivir después de aquel punto, la enseñanza, la esperanza, la tristeza, los
amigos, los amores, las traiciones, los enemigos, la vida estaba llena de
muchas personas y de muchas emociones. El momento el cual casi me quito la
vida, las circunstancias por las cuales he vivido, el peso de la soledad, el
peso del desamor, la lujuria por las calles y la fantasía por las nubes. Tanto
viví en el pueblo como en la ciudad que no podía no seguir viviendo. Más
recuerdos inundaron al tren, la llegada al D.F, mi amigo Joaquín y su manera
irracional de ver las cosas, cuando me contó de su enamorada, mi primer
trabajo, las entrevistas, los bares y muchas cosas más. El recuerdo que más me
impacto fue aquel en el cual nunca creí en el amor, pero Karina hizo la
diferencia en el momento que nos miramos a los ojos, esos pequeños recuerdos
eran los que más marcaban mi vida, mi andar y mi destino. Y por último el recuerdo
final fue aquel donde iba caminando en la Alameda, aquella última vez que
respiré en mi mundo antes de llegar aquí, entonces este pensamiento hizo que me
creara una cuestión.
- - ¿Cómo
llegue aquí?
El tren de los recuerdos se había ido y yo me
había quedado ahí sentado sobre la nada, todo estaba totalmente oscuro y
entonces me formulé la siguiente pregunta.
- - ¿Esto
es la muerte?
Y nada pasaba, nada aparecía, entonces
entendí que el último recuerdo de mi mundo fue aquel día en la Alameda, pero
ahora he estado viviendo en otro mundo, otros recuerdos que eran los que salían
por el humo del tren, entonces me seguí formulando más preguntas, pero la que
más me intereso fue:
- - ¿Qué
es todo esto?
- - ¿Si
esto no es la muerte, entonces qué hago aquí?
No comprendía realmente por qué había sido
elegido para esta travesía. Solo sabía que tenía que salir de este lugar para
aprender sobre la esencia de la vida. De pronto todo se alumbró y yo estaba de nuevo en el cuarto del
silencio, sentado frente la última puerta de la esencia de la vida.
La puerta de la vida me había enseñado todo
lo que había vivido, entonces mi temo creció al formularme la última pregunta.
- - ¿Qué
es la última puerta?
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