lunes, 2 de mayo de 2016

Capítulo 17: Hadys y la esencia de la vida.

El inicio de todo.


Estaba en el cuarto de silencio, delante de mí estaban las doce puertas transparentes solo dos se mantenían opacas, eran las dos últimas puertas, mis dos últimas pruebas.

-         -  ¿Cuánto tiempo llevo en este mundo?

Era una de las incógnitas que me formulaba debido a que no siempre un minuto contenía sesenta segundos, el tiempo realmente era relativo en mi mundo y en este.  Tomé un poco de aire para superar la siguiente prueba y entonces recordé todo lo que había vivido, aprendido, realizado, había tantas cosas en este mundo que me habían mostrado la verdadera esencia de la vida.

Caminé en dirección a la puerta con el número XIII en la parte superior, era una puerta sencilla, madera normal, había señales solo en el centro de la puerta, se mostraba el ciclo de la vida, pues había un bebe, un joven, un anciano y después la muerte, eso mostraba como la vida era el inicio de todo y también el final de aquello. Una puerta que mostraba la vida del humano, unas catorce puertas que nunca podré olvidar, que siempre tendré dentro de mí.

Me atreví a tomar la manija y entonces apareció el mensaje de la puerta, su nombre y poco después el consejo.

-         -  La puerta de la vida.

Un miedo me invadió al leer el nombre, realmente no sabría que me podía esperar. Después de eso se dibujó una nueva frase.

-         -  Es un suspiro de Dios, un instante indefinido.

De repente un resplandor de luz me cegó completamente, no podía ver absolutamente nada, cuando abrí los ojos me di cuenta que me encontraba en un mundo totalmente oscuro, en un mundo donde no había nada de vida, pero a lo lejos se podía ver una pequeña luz que venía hacia mí y con ello el ruido de una locomotora, podía observar el humo que salía y entonces dentro de ese humo había recuerdos de mi mundo, recuerdos donde yo aparecía, recuerdos de lo que había vivido. En aquellos recuerdos pude ver como conocí a Karina, como conocí a soledad, el dragón, pude ver muchas cosas que había vivido en la esencia de la vida, pude ver mi evolución, por un instante pensé que el tren se impactaría contra mí, pero en último momento se desvió y aquel impacto nunca llego a mi cuerpo.

Al pasar a mi lado todo se volvió lento, pude observar al tren en cámara lenta, pude ver detenidamente cada vagón que era una especie de cinta de cine, entonces sobre ella podía ver también recuerdos, pero esta vez eran recuerdos de mi vida antes de adentrarme a este mundo.  Ver todo aquello fue tan impactante para mí que simplemente tropecé y me caí sobre un suelo inexistente, y ahí estaba mirando mi vida pasar.  

En primera estancia estaba el recuerdo de mi nacimiento, la primera vez que vi la luz, la manera en que mi mama sufría por el parto y la manera en que mi mama aportaba el amor necesario a mi ser, sentía ese recuerdo llenar mi alma tanto de tristeza como de felicidad, mis ojos empezaron a crear gotas saladas, lloré como nunca antes había llorado y después me limpié los ojos para seguir viendo los recuerdos de mi vida.

El siguiente recuerdo fue aquel de mis primeros pasos, en el cual mis padres estaba emocionados y felices al verme, también los cuentos que mi papa me leía antes de dormir, el primer día que me impartieron educación en una escuela, todo aquellos recuerdos de mi infancia hacía que mis sueños crecieran y que quisiera luchar para darle el valor que se merecían mis padres al haberme educado de aquella manera.

Después siguió el recuerdo que siempre me había perturbado, aquel recuerdo que para mí era una pesadilla real, aquel recuerdo en el cual aquel tren se volcaba provocando la muerte de mis padres, aquel día, en aquella ocasión yo había caído entre los escombros lleno de polvo y estaba entre los brazos de mis padres, ellos estaban sangrados, la vista la tenían perdida y sobre todo gran parte de  su cuerpo ya no estaba unido, y yo sabía que ya no respiraban, yo sabía que ya no escuchaban, ya no veían, pero aun así les hable, les grite, les dije que los quería, quería que despertaran, quería escuchar su voz, sentir su locura, pero ese momento nunca llego y desde aquel día había olvidado todo lo que me habían enseñado y me había hundido en completa tristeza, pero esta vez todo aquello cambiaría, debido a que ya sé el valor que tiene la vida.

Después de aquel punto trágico mi vida comenzó a tomar forma, los recuerdos ahora eran sobre mi vida, sobre lo que pude vivir después de aquel punto, la enseñanza, la esperanza, la tristeza, los amigos, los amores, las traiciones, los enemigos, la vida estaba llena de muchas personas y de muchas emociones. El momento el cual casi me quito la vida, las circunstancias por las cuales he vivido, el peso de la soledad, el peso del desamor, la lujuria por las calles y la fantasía por las nubes. Tanto viví en el pueblo como en la ciudad que no podía no seguir viviendo. Más recuerdos inundaron al tren, la llegada al D.F, mi amigo Joaquín y su manera irracional de ver las cosas, cuando me contó de su enamorada, mi primer trabajo, las entrevistas, los bares y muchas cosas más. El recuerdo que más me impacto fue aquel en el cual nunca creí en el amor, pero Karina hizo la diferencia en el momento que nos miramos a los ojos, esos pequeños recuerdos eran los que más marcaban mi vida, mi andar y mi destino. Y por último el recuerdo final fue aquel donde iba caminando en la Alameda, aquella última vez que respiré en mi mundo antes de llegar aquí, entonces este pensamiento hizo que me creara una cuestión.

-         -  ¿Cómo llegue aquí?

El tren de los recuerdos se había ido y yo me había quedado ahí sentado sobre la nada, todo estaba totalmente oscuro y entonces me formulé la siguiente pregunta.

-         -  ¿Esto es la muerte?

Y nada pasaba, nada aparecía, entonces entendí que el último recuerdo de mi mundo fue aquel día en la Alameda, pero ahora he estado viviendo en otro mundo, otros recuerdos que eran los que salían por el humo del tren, entonces me seguí formulando más preguntas, pero la que más me intereso fue:

-         -  ¿Qué es todo esto?

-        -  ¿Si esto no es la muerte, entonces qué hago aquí?

No comprendía realmente por qué había sido elegido para esta travesía. Solo sabía que tenía que salir de este lugar para aprender sobre la esencia de la vida. De pronto todo se alumbró y yo estaba de nuevo en el cuarto del silencio, sentado frente la última puerta de la esencia de la vida.

La puerta de la vida me había enseñado todo lo que había vivido, entonces mi temo creció al formularme la última pregunta.


-          - ¿Qué es la última puerta? 


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