miércoles, 30 de marzo de 2016

Anciano.

Anciano


Te veo ahí sentado mirando a las personas, no hablas porque ya te cansaste de pronunciar palabras, no caminas porque ya no tienes fuerzas, tampoco escuchas porque ya te hartaste de tanta vergüenza, y mucho menos saboreas el dulce licor de esta corta vida.

Sólo, simplemente solo observas a la gente y se te derrama una lágrima u otra.

¿De qué sirve ver a la gente llorando?

Dime porque lloras,  ¿por amor?, ¿por tiempo?,  ¿por libertad?,  ¿por lastima?

Tu agonía se clava en mi corazón como una estaca, debo confesar quisiera ayudarte, dime que hacer o que cambiar o que comprarte. No puedo darte tiempo porque no está en mi servicio, tampoco puedo brindarte juventud ni mucho menos que el mundo te vea de nuevo... Date cuenta, estas viejo...

Te veo sentado esperando algo, tan impaciente como el joven, tan estúpido como el rico, tan inocente como el preso, tan torpe como el que no sueña, tan cobarde como el que no camina, tan aburrido como el que no disfruta, tan tonto como el que espera la muerte...

Que no ves que la muerte es el tiempo, el tiempo que mueve las manecillas de tu viejo reloj, ¿acaso has olvidado cómo el tiempo se robó a tu nieta? -Qué dolorosa perdida tuvimos aquel día lluvioso.-

Levántate anciano, ¡camina sigue adelante! ¡Salta y alcanza las  estrellas!  ¡Pide un deseo y cúmplelo! ¡Lucha! Lucha pero lucha hasta que esté satisfecho  y así, así espera tu muerte como nunca antes esperaste otra cosa. Recuerda anciano  que tu camino no se recorre con tan solo esperar lo inesperado.

 -Y esta demás que seas sabio.-


Poeta irracional.



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