Anciano
Te veo ahí sentado mirando a las personas, no hablas porque
ya te cansaste de pronunciar palabras, no caminas porque ya no tienes fuerzas,
tampoco escuchas porque ya te hartaste de tanta vergüenza, y mucho menos
saboreas el dulce licor de esta corta vida.
Sólo, simplemente solo observas a la gente y se te derrama
una lágrima u otra.
¿De qué sirve ver a la gente llorando?
Dime porque lloras,
¿por amor?, ¿por tiempo?, ¿por
libertad?, ¿por lastima?
Tu agonía se clava en mi corazón como una estaca, debo confesar
quisiera ayudarte, dime que hacer o que cambiar o que comprarte. No puedo darte
tiempo porque no está en mi servicio, tampoco puedo brindarte juventud ni mucho
menos que el mundo te vea de nuevo... Date cuenta, estas viejo...
Te veo sentado esperando algo, tan impaciente como el joven,
tan estúpido como el rico, tan inocente como el preso, tan torpe como el que no
sueña, tan cobarde como el que no camina, tan aburrido como el que no disfruta,
tan tonto como el que espera la muerte...
Que no ves que la muerte es el tiempo, el tiempo que mueve
las manecillas de tu viejo reloj, ¿acaso has olvidado cómo el tiempo se robó a
tu nieta? -Qué dolorosa perdida tuvimos aquel día lluvioso.-
Levántate anciano, ¡camina sigue adelante! ¡Salta y alcanza
las estrellas! ¡Pide un deseo y cúmplelo! ¡Lucha! Lucha pero
lucha hasta que esté satisfecho y así,
así espera tu muerte como nunca antes esperaste otra cosa. Recuerda
anciano que tu camino no se recorre con
tan solo esperar lo inesperado.
-Y esta demás que seas sabio.-
Poeta
irracional.
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