Ahogado en
un vaso de agua.
Entre líneas se asoma un lucero, un paréntesis, un punto final y dos
más para continuar la historia.
Y es que no tengo el valor para decirte que el sol quema, que el frío
quema, que el alcohol quema mi alma, dentro de mí me derrito, me quemo,
quisiera hablarte y decirte que todo muere, que todo se acaba…
Ya no te amo…
Una palabra fuertemente infinita, un sentimiento muerto, me duele el
funeral, me duele el sepelio. Pero ya no es lo mismo, el mar se aleja, el sol
se oculta, la lluvia no cesa, no se va,
no acaba, no ha llegado la primavera.
Alguien más ha notado las letras, mis novelas, los escritos, te ha
eclipsado y me he quedado en toda una oscuridad, ya no te veo, ya no te siento,
te he perdido y me he perdido en la penumbra de una esperanza caída de Adán, el
fin de tu mundo y el inicio de un universo.
Soy cobarde, un inadaptado más, un sinfín de problemas y muy pocas
respuesta, y muy pocas soluciones, no veo el horizonte y el poniente se ha
ocultado, ya no veo tu cara en las mañanas, ni el sueño en mi percance…
Te necesito.
¡Mentira! Nunca necesite nada.
Me dueles, me destrozas el cuerpo, pues no eres espina solamente pétalos
en un gran espiral de placer, pero ya no te quiero, ya no puedo seguir fingiendo
más.
Esto es un vaso de agua, nunca será alcohol aunque se destile.
Todos los derechos reservados. Esta obra está protegida bajo las leyes del Copyright y decretos internacionales.
-Poeta Irracional.
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