El
local de los sueños perdidos,
esperanza muerta e ilusiones falsas.
Entonces el gato se enamoró y en un instante las siete vidas se
acabaron.
-
¿Hasta cuándo se acaban los sueños?
El material de los sueños son partículas que
encuentro a lado de mi almohada, aunque también podrían ser los destellos en
los espejos cuando desviamos la mirada, pero los sueños somos nosotros mismos,
pero en mi caso mi sueño le pertenece a aquella sirena que se paraba enfrente
de los tres chiflados…
La sirena era el sueño inalcanzable, tanto
estaba ella en mí que no me dejaba ni siquiera soñar, era egoísta como las
montañas, como el río, como la tierra, como los fuegos fatuos, era egoísta como
el universo mismo, se creaba y se destruía en ella misma, y traviesa engañaba a
sus presas para ahogarlas, y de esa manera ahogó mi sueño, mi cuerpo caía sobre
el mar, se hundía con el peso, se precipitaba en el fondo donde se encontraban
los barcos del pasado, la lluvia también se precipitaba para acompañarme, se
hundían conmigo y caía cada vez más, escuchaba el latido del corazón, aquel
mismo sonido decía el nombre de mi amigo, volteaba y no había más en el gran
océano azul, me volvía a cuestionar.
- -¿Hasta cuándo se acaban los sueños?
La gente decía mi nombre, Andy me dijo lo
siguiente.
- -¡Ey! ¿Estas bien? Parece que andas en alguna luna del gran universo.
La miré desconcertado de lo que me había
dicho, y contesté.
- - ¡Estoy bien!
Respondió.
- - De pronto te perdiste, te fuiste y pensamos que te había ocurrido algo…
Contesté.
- - Gracias, estoy bien… No te preocupes.
Se acercó a mí con su fragante sonrisa y se
despidió en el ocaso de la vida.
El resplandor de aquella mañana se presentaba
ante la ciudad, estaba confundido, no sabía correctamente que había pasado hace
un momento, pero observaba aquel local dónde se postraba la sirena a tomar el
sol.
-
¿Qué eran los locales para mí?
Posiblemente la mayoría de la gente lo veían
como un lugar de comercialización, y no es así, bueno, es así pero es solo más
que eso, la verdad es que los lugares son espacios en el tiempo que se abren
para poder guardar varías cosas, son una
especie de Caja de Pandora que tiene
la gente como si fueran una tarjeta de débito o crédito.
El viento traía la voz de Daniel diciendo.
- - ¡Lo siento!
De inmediatamente respondí.
- - ¿Por qué?
Pero se desvaneció entre la nada, crucé de
nuevo la calle hacia la isla sirena, y mientras caminaba pensaba, Daniel era un amigo de verdad, un amigo
enamorado no correspondido, me encontraba preocupado por él, ¿qué debería de
hacer? ¿Qué debemos hacer?, cuestiones filosóficos que no se lograban
responder, cruzando la calle ocurrió un temblor, la cabeza vibraba al unísono
de mi pensamiento, comenzaba a doler,
comenzaba a derrumbarse por dentro y por fuera, de nuevo mis rodillas tocaban
el suelo, de nuevo se va el dolor, de nuevo se encuentra perdido en el tiempo y
de la nada comienzo a llorar…
-
Abrimos el mundo al nacimiento y en la muerte ni siquiera tenemos un
poco de aquel cascaron, el humano nace, abren los ojos y van creciendo, después
viene la primera muerte llamada educación, se resucita por primera vez, la
segunda muerte llega por la familia, pero de nuevo se vuelve a resucitar, la
tercera muerte proviene del primer amor pero jamás se vuelve a resucitar.
Hincado sin encontrar respuesta a lo que
sucedía, llorando sin encontrar la filosofía para transmitir, así estaba sobre
la calle, llorando en aquel lugar dónde guardó sus sueños, su esperanza, su
vida…
De pronto reaccioné, de nuevo me había
perdido y Daniel estaba más inestable
que nunca, traté de buscarle, de hablar con él, pero siempre desaparecía, ya no
podía seguir con esto, no tuve más alternativa que preguntar por él…
- - Sebastián, ¿sabes dónde está Daniel?
Él
respondió.
- - No lo sé, el maldito amor nos hunde a todos, el jodido amor no tiene
madre a quién llorarle, ¿crees que el amor fue lo que predicó Jesús?
Respondí aquella cuestión.
- - Es lo que dice la Biblia.
Dijo.
-
La Biblia no fue escrita por él, lo hicieron sus amigos para tapar todas
aquellas cosas horrorosas que hizo, es la misma representación del árbol del Edén, Dios nos quiere ignorantes, Jesús
trató de decirnos la verdad, lo cruel que era Dios, por ello hizo lo que tenía
que hacer, pero sus amigos mortales, claro, ignorantes, taparon con letras
bonitas lo que Jesús realmente hizo.
La curiosidad mata a algunos humanos.
- - ¿Qué es eso que hizo Jesús?
Se rió y siguió el discurso…
- -También eres ignorante pedazo de basura, vive un poco más dentro de
aquella ignorancia, lo único que te adelanto es que el amor es el arma homicida
de Dios, de la Mamá de Ángeles, de los Ángeles negros que sufrieron racismo, de
las mascotas de Dios, ustedes, los humanos. Da o recibir amor y estarás muerto
para siempre.
Me levanté, Sebastián se había ido.
Miré a mi alrededor y todo carecía de
sentido, la avenida seguía ahí con sus locales coloridos, yo seguía aquí, pero
sentía como una gran parte de mí se iba desvaneciendo, como el sueño de un
poeta sin libro, como el sueño de Daniel sin
ella. Sentí una mano sobre mi hombro, miré con la vista nublada y era Daniel de nuevo.
- - ¡Lo siento!
Contesté.
- - ¿Por qué?
Él desapareció sin responder
mi duda…
Comenzaba a recuperar la cordura y a lo lejos
se acercaba lentamente Agustín señalándome.
Llegó, sonrió y preguntó.
- - ¿Por qué guardamos secretos?
A lo que contesté.
- - No lo sé.
Contradijo.
- - Vamos, yo sé que sabes, esfuérzate.
Medité un poco sobre la pregunta y sobre mí.
Respondí.
- - Por miedo.
Prosiguió.
- - Miedo, ¿a qué?
Volví a responder.
- - No lo sé, a nosotros mismos.
Suspiró.
- - Si tienes miedo de ti no llegarás a ninguna parte.
Desapareció como neblina, pero era cierto,
desde la caída me había dado miedo avanzar, ¿pero qué secreto guardaba?, esa
respuesta nunca pude contestarla.
- -La gente guarda secretos porque tienen miedo de andar desnudos por la calle, si alguien cuenta su mayor secreto se hace
vulnerable a las masas, si alguien dice su Caja
de Pandora entonces todo el mundo sabría la manera de manipularlo, es por
ello que todo el mundo tiene secretos, es una arma que tenemos para
defendernos, es nuestra propia manera de hacerle frente a las circunstancias,
si un gobierno dice su secreto, todos los demás países se pondrían en su
contra, si el esposo o la esposa dicen su secreto, habría más divorcios que
matrimonios, si los sacerdotes dicen su secreto, habría más pederastas que
jóvenes religiosos, si las putas dijeran su secreto, habría más enfermedades que
noches de placer, todos tenemos secretos, todo los ocultamos en el fondo de
nuestra alma, donde creemos que nadie los puede hallar o encontrar, somos una
especie que tiene miedo a la liberación, somos una especie egoísta, le tememos
al fracaso y por ello tú tienes secretos que nadie más sabe, Agustín también, incluso Sebastián y hasta yo… Pero ¿qué es ese
secreto que tanto te angustia?
-Esas palabras llegaron de
sorpresa con la presencia de Juan, poco
después me empujó para seguir avanzando sin saber realmente cual era el secreto
que ocultaba…
- -¡Lo siento!
De nuevo Daniel
habló.
- -¿De qué?
Otra vez se escuchó…
- -¿Crees que el amor es la solución de todo? Una mamada más, igual que la
religión.
Lo había pronunciado Sebastián.
- - ¿Cuál es su secreto?
Era la voz de Agustín que de nuevo se desvaneció.
- El mundo es una tremenda catástrofe, las
personas son tremendas catástrofes, el amor podría ser una burla, los secretos
una rebelión, la religión una mentira más…
De nuevo comencé a caminar.
- - ¿Hasta cuándo se acaban los sueños?
- -Los sueños se perdieron en aquel local, se murió la esperanza en menos
de un año y las ilusiones fueron asesinadas por la verdad.
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