miércoles, 25 de enero de 2017

Hablando con los Dioses.

Hablando con los Dioses.


I

A veces me perdía en mi propio pensamiento, pero solo a veces...

II

Todos caminan, todos corren, gente y más gente que desean ser dioses caminan y siguen caminando, trepan con uñas, garras y dientes y siguen escalando, quieren alcanzar las nubes, fundirse en ellas, ser libres, ser trueno y ser relámpago.
 ¡Pequeñas hormigas que ante los dioses son aplastadas!

III

Creen un suben pero en realidad bajan, no se mueven, no se detienen, escalan por escalar, esperan el cielo, esperan la muerte, se les escapa la vida, se les escapa el alma y no se dan cuenta que pierden, que se pierden, que se van y que nunca vienen.

IV

Se veían las hormigas andar sin rumbo alguno, el viento las dejaba en un laberinto de misterios, la lluvia inundaba el ritual...

Todos morían, todos se iban de este mundo, todos eran prófugos de su inmortalidad, de su angustia, de sus pecados, de sus miedos, de sus vidas...

Les llegaba la muerte.

V

Me había perdido, no me encontraba ni se encontraban, violeta, rojo, azul, verde, todos los colores conspiraban para cegarme, señor Sol, señora Luna, mi alma se va, se funde con el cielo mientras las pulgas siguen caminando.

VI

Anden hormigas, anden, anden, anden...

Le siguen los dioses, le cazan los humanos, no hay demonios, no hay ángeles, no hay falsedades en tierra natural.

VII

La mitad era lluvia, la otra mitad era sol, era guerra entre dioses, eran batallas, guerreros fuetes y humanos soldados.

La brisa corría y los tiraban de la pirámide, la luz los cegaba, el agua los derretía, eran dioses verdaderos aquellos del pasado, aquellos de mis raíces...

No eran dioses falsos como los de hoy.

VIII

Todos forman un círculo, tocan las piedras y creen que se cargan de energía, los dioses se ríen, se burlan de los humanos, nos llaman estúpidos e insensatos. 

Fuimos energía, somos energía, seremos energía... Y hasta los dioses mueren.

IX

La gente se agacha poco a poco y muere lentamente, se hunden en sus miserias, no salen, no vuelan, no caminan, no son humanos, no son animales, no son dioses.

X


Se despidió y ni siquiera los mató...

Suspiró, suspiró, murió.


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