miércoles, 22 de junio de 2016

Desesperación.

Desesperación.



A veces siento que te odio, pero cuando analizo bien la situación y las circunstancias, no es odio el que tengo sino la desesperación de no ser mi sombra durante el día y no ser mi ventana durante la noche...

-Poeta Irracional.

Todos los derechos reservados. Esta obra está protegida bajo las leyes del copyright y decretos internacionales. 

sábado, 18 de junio de 2016

He visto la muerte en tus ojos.

He visto la muerte llegar, llega lentamente y no avisa con unos buenos días, buenas tardes o una buena noche, solo llega se sienta y brinda contigo.

He visto la muerte llegar lentamente, te absorbe el alma poco a poco y te deja expulsar el último suspiro. –Último suspiro que se lleva el nacimiento.-

La muerte es realmente bella, silenciosa y te lleva entre sus manos cómo un fiel amante, cómo un valiente Romeo, cómo una bella Julieta, la muerte se precipita por tu cuerpo y llega al exilio de la vida, es tan madura y tan niña que juega con el alma de los testarudos.

He visto la muerte en la mirada de Josefina –mirada perdida en el vacío del pecado y en la penumbra del arrepentimiento- , he visto esa pequeña aura de paz en su inconsciente, en su desmayo apapacho de nuestra vida.

La muerte viene y ronda por las calles, la muerte visito a mi familia en el baño y abrazo a cada una poco a poco, lentamente como se abraza al ser amado… -no nos llevó, diría que milagro.-

Vi la muerte en su tacto –escalofriante acaricia - , vi la muerte en su aliento fúnebre de azufre.  La muerte está en ella y se está despidiendo.

He visto la muerte y con ella la esencia de la vida.


Poeta Irracional.


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miércoles, 15 de junio de 2016

Yo quiero un amor.

A mí no me hablen de amores prohibidos, prófugos o rotos...

Tampoco mencionen amores dulces, por siempre o ternuras...

No digan ni vomiten palabras de parejas amorosas que se consumen en vida poco a poco, no quiero saber de pasiones pasajeras cuando se calienta un cuerpo con otro...

Realmente no escucharé palabras de amor que se las lleva el viento, ni seré testigo de actos de amor que se marchan cada vez que hay motivo para un encuentro, una guerra perdida entre la pareja y la agonía.

No quiero saber de esos amores que van y vienen -se creen amores de mar pero solo son amores que no viven y no dejan vivir en paz- , no quiero saber de mujeres que rondan por ahí, ni tampoco de aquellas que rondan por allá.

No me hablen de amor actual, ni del futuro, yo quiero amor del pasado - ya saben soy anticuado- , yo quiero amor de hace siglos, donde redactas poesía, haces música y regalas flores, yo quiero un amor antiguo donde lo importante era el sentimiento y no las cosas que dejabas o hacías por ello... yo quiero un amor inquieto, aventurero, leal y muy sincero, un amor que juntos tomemos el arca y nos movamos al horizonte o a donde sea, no importa quiero un amor de vela, con tropa y timón, quiero un amor con el que alcance las estrellas, con la que pueda beberme la luna, un amor no pasajero ni actual, quiero un amor de verdad...


Lo mío, realmente lo mío es estar solo... hasta que encuentre la espina mortal que me ha de matar.

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domingo, 12 de junio de 2016

Capitulo 22: Hadys y la esencia de la vida.

Epilogo.


Han pasado algunos años desde que ocurrió aquella gran aventura, decidí plasmar esta historia para que todo el mundo la conozca, entre hojas regadas en un cuarto ando naufragando.

Para empezar, mi amigo Joaquín público un poemario para su amor Laura, ella ya tiene en su vientre la semilla de un ser irracional, de hecho Joaquín en estos momentos está haciendo una recolección de cuentos para su hijo que se llamará Dorian, lo sé porque yo seré el padrino. Ellos siguen en el extranjero, nos hemos comunicado por cartas pero pronto regresarán, en su última carta decía:
-          Solo puede amar a mi patria, no hay nada más bello que mi país; aunque se pudra entre humanos.
Yo en cambio, me la pasaba algunos días en las tumbas de mis padres contando mi travesía por aquel enigmático mundo, ellos ya lo sabían porque estuvieron conmigo, pero me gustaba desahogarme con ellos, quizás en algún futuro alguien más conocerá esta historia. Pero de mi boca solo se lo he contado a mis padres.

Visité a mis educadores, el padre Orlando cada vez se veía más viejo, ahora con él se encontraba un niño huérfano que me recordó a mí, entonces desde ese día lo empecé a ayudar. Hablar con él, lo veía como mi hermano menor y tenía un trauma porque ni su nombre lo recordaba.

Doña Jacinta, vivía ya con su edad avanzada sola en su casa, de vez en cuando los niños que algún día cuido la visitaban, eran ellos los hijos que nunca tuvo. Yo la visitaba cada vez que iba al pueblo, de vez en cuando salíamos a comer los tres juntos. De Liz mi primer amor, no supe nada de ella desde aquella última vez que la vi.

A la vagabunda no la volví a ver, solo sabía que de alguna extraña manera ella me cuidaba, me protegía, me brindaba su apoyo incondicional, siempre estaba a mi lado aunque yo no la viera, ella era un ángel y al mismo tiempo era un demonio, un ser sin igual, un ser que solo podría ayudarme en este mundo terrenal. En fin, aquel mundo al que algún día fui, no volví a regresar.

Aquel mundo que visité hace tiempo era este mismo, cada persona es un universo, cada universo crea una conciencia y cada conciencia es un mundo diferente, fue así como aquel mundo donde aprendí muchas cosas, era solo mi conciencia que recapacitaba en una noche de insomnio, en una noche de sorpresas.

Karina, ella y yo aún tenemos una bella relación, debo de agradecerle porque por fin pude conocer el amor, pude conocer la muerte, la resurrección, ella le dio orientación a mi vida y purgo todos los demonios que me acechaban como la infidelidad. Al final de todas estas letras lo único que puedo decir que todo depende de cada uno.


-          ¿Y tú? ¿Cuándo viajaras a tu conciencia? 


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sábado, 11 de junio de 2016

Vive.

Piensas con tener amor, pero te olvidas de dar parte de tu amor...

Si bien quieres morir, bien debes de vivir...

Deja que el viento sople a tu oído, que la lluvia moje tus mejillas, deja que los pájaros te regalen esa dulce melodía que quieres escuchar todos los días, deja que la tierra te abrace, que el sexo se haga en donde caiga y la guerra absolutamente en la cama...

Deja que la vida te consuma...

-Poeta Irracional. 

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martes, 7 de junio de 2016

Capítulo 21: Hadys y la esencia de la vida.


La carta.



La carta venia en un sobre, pensé que iba a ser algo fenomenal pero me había equivocado, venía a nombre de Joaquín. Fue curioso que aquella vagabunda me hubiese dado esa carta, pero lo ignoré por completo atribuyendo la culpa a mi cansancio. Abrí el sobre para leer lo que contenía, pero más que una carta era una indicación.

-          Hadys, espero que esta carta te llegue a tiempo, necesito verte este 22 de mayo enfrente de bellas artes, es urgente que hablemos o posiblemente te perderás de mucho.  Te veo a las cinco.

Era apenas media noche y aún faltaba mucho para las cinco, así que dejé la carta sobre la mesa. Me dormí de nuevo.

Al día siguiente, hice mi rutina diaria y ya cuando se acercaban las cinco comencé a alistarme, me cambié completamente, utilice una camisa de manga larga, un pantalón casual y llevaba un libro en la mano, llegué a bellas artes y comencé a leer en espera de mi amigo, no paso mucho tiempo cuando lo vi a lo lejos a lado de una hermosa chica.

Pude reconocer a esa chica porque anteriormente me la había descrito, nunca imaginé que dijera tanta verdad hasta que lo comprobé. Cuando lo vi me habían crecido unas inmensas ganas de contarle sobre el mundo que había conocido, pero verlo tan feliz no me lo permitió, era la primera vez que veía a mi amigo feliz de lado de una bella dama, Laura le había otorgado sentido a su vida, ella era hermosa no había duda alguna, pero al mismo tiempo tenía una alma que cubría completamente a Joaquín dejándole en completa paz, aquella tarde solo Joaquín me comentó todo lo que haría, esta vez se irá de México debido a que su novia tenía que ir a otro país por compromiso, Joaquín en pocas palabras me dijo.

-          Abandonaré todo por amor, no me desees suerte.

Después de aquella salida no volví a ver a Joaquín, simplemente se había ido y yo me había encargado de los trámites en la editorial. Él se fue con su amada y yo tenía tiempo libre, de nuevo comencé a caminar sobre la Alameda, algo me decía que debía de hacerlo, simplemente es de esos días que haces las cosas sin saber porque las haces, pero que resulta todo bien, ese día era de aquellos pocos que mucha gente tiene.

Era una muy bonita tarde, el sol se asomaba entre las nubes y el viento era fresco pero acogedor, todo resultaba magníficamente un paraíso, no había nada desagradable ni nada fuero de lo cotidiano, la gente estaba en su mundo y yo estaba en ellos. Entonces a lo lejos algo captó mi atención.

Frente a mí a unos cuantos metros se encontraba una bella mujer, el cabello negro largamente deseado, tenía puesto unos lentes oscuros y se le marcaba un lunar por debajo de su ojo izquierdo, estaba por debajo de la estatura promedio, delgada como el viento y caminaba sola, tenía un libro sobre la mano, caminaba y leía al mismo tiempo, era una habilidad que admiraba en muy pocas personas, por supuesto ya la conocía, pero no sabía cómo hablarle, como comunicarme, era cierto, el amor roba la inteligencia.

Dejé de caminar y la observé, cada paso que daba me hipnotizaba, era sumiso hacia ella, simplemente no sabía cómo interpretar tanta dulzura, pasó a mi lado y mis ojos la siguieron, ella no se percató de mí, fui ignorado completamente, pero mis ojos la miraban, veían como se alejaba poco a poco.

Alguien tocó mi hombro, desvía mi mirada y a lado mío estaba la vagabunda sosteniendo un ramo de flores, me lo dio, yo lo tomé sin duda alguna y de nuevo miré hacia la chica que me había enamorado, volteó de nuevo para darle las gracias a la vagabunda pero ya no estaba, se había ido, había desaparecido, era habitual en ella. Comencé a seguir a la chica que me había enamorado, la seguí hasta los jardines de bellas artes donde cerró su libro y se me quedó viendo.

Nuestras miradas se cruzaron y en ese instante sentí como nuestros corazones estaban sincronizados, como mi alma se fundía con la suya, como mi cuerpo le pertenecía a ella, por un segundo nos quedamos congelados, luego ella me sonrío y yo le correspondí aquella sonrisa. Ella dijo:

-          ¿Solo me observarás?

Me cuestionó de manera sarcástica, su voz era una melodía de día y una balada durante la noche.

Estaba demasiado nervioso para responder, el miedo, el impacto, el amor, todo se había mezclado para dejarme paralizado, realmente ya no sabía que estaba sucediendo en aquel lugar. La única palabra pude completar fue:

-          No…

Mi siguiente acto fue estirar mis manos para entregar las flores, de pronto un fuerte viento nos golpeó y tras ello escuché en susurro la voz de Soledad.

-          Todo depende de ti.

Aquella frase, aquella voz me hizo reflexionar y recordar realmente quien era, por el cual las siguientes palabras fluían como cascada hacia el rio.

-          Son para ti, realmente el arte de tu belleza me ha atrapado, soy prisionero de tus ojos, soy esclavo de tu alma, soy parte de este mundo que posiblemente ignores y perdón por el atrevimiento, pero espero ser sincero ahora que puedo, ya que quizás mañana las cenizas se las lleve el viento.

Me acerqué a ella. Nos miramos fijamente a los ojos, y simplemente susurro.

-          ¡Gracias!

En ese momento ambos creímos en el amor a primera vista, en el sortilegio de almas gemelas, en el impacto de cupido.

Me sacudí la mano y se la tendí en forma de saludo.

-          Me llamo Hadys, disculpe de nuevo mi honestidad.

A lo que ella con una sonrisa me contestó.

-          Es un gusto haberte conocido.

Yo respondí de manera agradable.

-          El gusto es mío, bella dama.

Ella se sonrojo y simplemente comenzamos a caminar hablando sobre arte, libros, vida, naturaleza, un sinfín de temas que ambos compartíamos, nuestra plática no cesaba ya que ambos nos sentíamos a fines, sentíamos esa vibración de moléculas en el aire, sentíamos que la física nos atraía y biológicamente uno era apto el otro.

Nos llegó la noche, la luna estaba sonriente y en ese momento nos despedimos, ella mencionó.

-          Bueno, me tengo que ir… Espero el destino nos una de nuevo.

Suspiré y me desanime un poco, igual la esperanza aún no moría por el cual contesté.

-          El destino tiene nombre y le he nombrado Hadys… Nos volveremos a ver.

-          Entonces espero que andes aquel día.

-          Será mañana a la misma hora, en el mismo lugar.

No pude evitar perderme en su cálida sonrisa, me había perdido completamente en su belleza, volvió a responder.

-          Bueno, hasta mañana Hadys… Por cierto, ¿no te da curiosidad saber mi nombre?

La sutileza en sus palabras la hacían ser más enigmática. Respondí aquella pregunta.

-          No me da curiosidad, te conozco sin habernos conocido.

Ella me miró con cautela y de nuevo cuestionó.

-          ¿Cómo me llamo?

Suspiré, después sonreí, tomé su mano y la acerqué a mis labios para brindarle un beso, me acerqué más a ella y le susurré al oído.

-          Karina, Dulce Karina.

Cuando uno menciona su nombre, se pierde en cada letra, se pierde en cada vocal y en cada consonante, cuando uno menciona su nombre, se olvida de la vida y viaja a los sueños. Me vio con cara de sorpresa y yo simplemente comencé a caminar en dirección contraria, con la seguridad de que había clavado una duda para verla mañana.

Mientras caminaba pensé en la base de la esencia de la vida, recordé como Karina me había enseñado solo cuatro de cinco amores y esta tarde lo había descubierto.

-          El amor de Dios.

-          El amor de madre.

-          El primer amor.

-          El amor a uno mismo.

Y el que había descubierto al final del día fue…

-          El amor de mi vida.



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lunes, 6 de junio de 2016

Vacío de lágrimas.


Hoy tuve que abrir el paso a esa dulce cascada que hay dentro de mí, escurrieron gotas por las mejillas y crearon un río en el andar, sobre esa tierra fértil donde se siembra la semilla del instante.

¿Qué por qué lloro?

No lo sé, el mundo no sabe porque las personas lloran, solo se imaginan o idealizan la idea del porque escurre llanto sobre la cara, pero nunca saben del porque lloran...

Pero, si lloro... es por necesidad de vaciarme, vaciar en líquido aquello que se precipita en el alma, desahogo la felicidad, la ira, la tristeza, la agonía, los sueños, los anhelos, la realidad...

Ya que después de vaciarme, me vuelvo a llenar.

-Poeta Irracional.

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jueves, 2 de junio de 2016

Utopía.

Utopía.


Las campanas suenan, las moscas zumban como maracas de orquesta, Silvio piensa y piensa, la muchedumbre de fiesta acampando, esperando que el manto les abrase, esperando los luceros del sur y la agonía de la mente los controle.

Algunos alegres, otros tristes, pero al final juntos, como la tierra al agua, como el cielo al horizonte, como tú a mí.

La danza empieza… unos se equivocan, otros la perfección, el gato baila con su angora, la luna observa,  se mete por la ventana penetrando al patio trasero y Sócrates hace escultura de la pureza emanada.
Pablo y Jaime alegando, peleando con la punta de su lápiz, y como escudo, una hoja bella dama deslumbrante.

Picazo y Siqueiros con rojos y azules, con murales y cubos, no saben qué hacer se desesperan, se estresan,  lanzan la pintura y trazan con margen la hermosura de la vida.

Por la vitrina Beethoven con dolor de cabeza, azota sus muñecas con el piano y toca sinfonías para locos, enamorados y desdichados.

En la cama, sobre el suelo sangre de Diego Rivera,  entre sabanas y semen Frida Kahlo satisfecha por el poeta irracional, que se entregaron entre letras, palabras, vocales, consonantes…


Y al final todo termina, embriagados, drogados de lo dulce de la vida que es la ironía… 

-Poeta Irracional. 

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